25 - Los pueblos como eran
Descargar el número 25
del periódico Villas Alcarreñas
La formidable crisis que azota a España, y dicen que al mundo entero, podría tener unas consecuencias positivas para nuestras
pequeñas villas.
Tal vez el progreso desenfrenado y urgente que contagió a muchos de nosotros no tuviese sentido del todo. Modernizar y ampliar
deprisa un pueblo conlleva el riesgo de convertirlo en una ciudad o, cuando menos, de desnaturalizarlo y dañar sus señas de
identidad.
¿Iríamos al bar de la plaza si gozáramos de Internet a alta velocidad?
¿Seguiríamos a cubierto en el pueblo si políticos y periodistas nos visitaran por doquier?
No hay mal que por bien no venga, y a lo mejor ahora nos conviene algo de sosiego.
Retomemos el ritmo cardíaco que disfrutábamos hace ahora veinte años, justo antes de la irrupción del boom inmobiliario.
Parece que el flujo de los dineros cesa, y de nuevo habrá que arreglar y remodelar las vergüenzas domésticas mediante ahorrillos y donaciones. Con paciencia, mucha paciencia
pero, ¿quién tiene prisa? ¿para llegar adónde? …
Aprovechemos la coyuntura para preguntarnos qué modelo urbanístico y qué modo de vida preferimos para nuestros municipios.
Pensemos con tranquilidad en por qué muchas personas deciden venir a la Alcarria a residir o a pasar unos días de descanso…
¿de dónde vienen? Ciertamente, la realidad nos coloca en
nuestro justo lugar, y ahora el que quiera no va a poder. Posiblemente el paisaje vuelva a parecerse al de antes, las personas vivirán más despacio y muchas cosas permanecerán
rotas por más tiempo. ¿A quién le importa?
¿No os acordais, acaso, de cómo eran los pueblos antes de la tempestad?
