Botargas

Romanones: Botargas

Esta fiesta tradicional, las botargas de Romanones en Guadalajara, como otras mascaradas, se recuperó en el año 2015. Si bien, no se conoce exactamente de qué año datan las botargas de Romanones, sí que se sabe que se dejaron de hacer hace más de 150 años.

El Toro de Carnaval es el furor de la chiquillería. Se compone de un rostro cubierto, traje negro y unas angarillas con un rabo y unos cuernos de toro. Aparecía en cualquier momento sin saber nadie de dónde salía y esta intrigante aparición es la que ponía nervios a la fiesta. Después, recorría las distintas calles y plazas sembrando el miedo entre pequeños y adultos. Los mozos lo toreaban en la plaza simulando una capea.

El Tío Tararura es un personaje andrajoso que corría hacia los niños con un saco y una garrota, haciéndoles pasar mucho miedo. Éste era un personaje un poco violento. Salía vestido con un gabán y un gorro, todo viejo, y una gran garrota con la que amenazaba y pegaba a los chicos que le insultaban. Deambulaba de un sitio para otro y solía caer intencionadamente ante mujeres y niños que formaban una gran algarabía.

Por último, los dos personajes van acompañados de las Mascaritas y las dulzainas.

Peñalver: Botarga de San Blas

Declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial, se celebra el primer domingo de febrero en honor al Santo San Blas, protector de la garganta. En esta fiesta una o varias personas visten un traje blanco con cintas de color rojo, y una horrible careta, además de un enorme garrote.

El personaje va pidiendo limosna a todos los asistentes. Posteriormente, se hace una misa en honor al Santo y se bendicen unas uvas y bollos que se reparten entre los presentes para que les protejan, según la tradición, del mal de garganta.