16. El poder de la música
Echa raíces el festival itinerante de música popular
de la Mancomunidad. Este año las jotas y
seguidillas sonaron en Peñalver, con la participación
de las rondas de todos nuestros pueblos, excepto
Peñalver y Auñón, que reconstruyen actualmente
sus grupos musicales para un futuro próximo.
El público acudió masivamente al certamen,
disfrutó del espectáculo y de la compañía de amigos
y familiares, y la villa de Peñalver se desvivió por
hacernos pasar a todos una tarde muy agradable.
Delegado provincial y diputada por Albalate estuvieron
con nosotros, y esta vez la nube gotosa que
suele aproximarse a los eventos de esta Mancomunidad
no llegó a tiempo de descargar agua sobre
las vistosas rondallas.
Contamos pues con sendos certámenes musicales
que hermanan y unen aún más, si cabe, nuestros
pueblos y personas. Jotas en verano, villancicos
en invierno; la música es denominador común en
las Villas Alcarreñas. Unida a la alegría y la amistad,
abre un futuro de fraternidad en una comarca
cuyas sendas (señalizadas y acondicionadas recientemente
para ser recorridas con facilidad),
vertebran y acercan a nuestros pueblos.
La unión hace la fuerza. Eso dicen. Si además
nos une la cultura y una feliz convivencia, estamos
demostrando que una Mancomunidad es una fórmula
exquisita para unir a los seres humanos.
Mucho más allá de abaratar servicios y optimizar
recursos, las Villas Alcarreñas han demostrado que
son capaces de organizar y llevar a cabo proyectos
de todo tipo, buenos para cada pueblo y para
la comunidad. Quedan infinidad de cosas por hacer
y disfrutar. Todo un pasado y un presente para
unos pueblos que, quién sabe, pueden darnos un
futuro mucho mejor que las todopoderosas ciudades.
Al menos, a nivel humano.